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REBELIÓN CIENTÍFICA

Somos la comunidad científica rebelándose ante la inacción política frente a la crisis climática y ecológica
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Frente a la emergencia climática: Más democracia. Basta de negacionismo

Desde Rebelión Científica, colectivo de científicas, científicos y personas que apoyan la ciencia, denunciamos el negacionismo climático en la política española y demandamos la implementación de mecanismos democráticos participativos que permitan sacar a nuestro país del tremendo atolladero frente a la crisis climática y ecosocial.

El infierno del que nadie quiere hablar

«Estamos en una carretera al infierno climático con el pie pisando el acelerador». Esta fue la declaración de extrema emergencia del secretario general de la ONU en 2022 cuando se publicó  el sexto informe científico del IPCC.  Desde el inicio del verano vemos la terrible realidad de este infierno: España se seca, España se quema, España se agota. Como científicas y científicos del clima, estamos viendo horrorizados como se están batiendo nuevamente todos los récords térmicos, lo que va a provocar además una enorme crisis alimentaria, con pérdidas masivas de cosechas en las principales regiones agrícolas del mundo.

¿Qué partido va a hablar de esto esta noche en el debate electoral? Las crisis ecosistémica y de biodiversidad alcanzan niveles desconocidos, nuestro país es uno de los más amenazados de Europa con un 75% del territorio bajo alto riesgo de desertificación y el deterioro de la situación va acelerándose. El verano pasado en Europa tuvimos más de 60.000 muertes provocadas por la crisis climática, 11.000 de ellas en España. ¿Cuántas muertes más tendremos que contar este año?

Invisibilidad y negacionismo en la campaña política

La emergencia climática  no es en absoluto el tema central de esta campaña ni en los medios que se hacen eco de los debates. Esta cuestión fundamental no sólo está siendo ignorada, sino que está bajo el fuego de ataques negacionistas y anticientíficos.

Por un lado, el Partido Popular ignora completamente la emergencia climática: ningún interés, ninguna propuesta concreta en su programa que esté a la altura de la extrema emergencia que vivimos. Al contrario, importantes grupos de influencia y lobbies en su interior actúan sistemáticamente en contra del criterio de la ciencia con graves atentados ambientales, como lo ocurrido en Sierra de la Culebra o en Doñana.

Y por otro lado, el partido de ultraderecha VOX tiene un programa que defiende un negacionismo climático y democrático, además del retroceso en derechos humanos. Desde sus constantes bulos y su anticientífico rechazo al origen antropogénico del cambio climático, presentan el programa de gobierno más negacionista de Europa, proponiendo abandonar el Acuerdo de París, derogar la Ley contra el Cambio Climático, derogar la Ley de Costas, derogar la Ley del Mar Menor y hasta acabar con la Agencia Estatal de Meteorología.

Desde la ciencia tenemos la obligación de alertar a la sociedad

La comunidad científica ya ha demostrado que se compromete ante el peligro que representa el negacionismo climático de estado. Recordemos que en 2020, durante las elecciones en Estados Unidos, lo más prestigioso de la ciencia, la revista Nature y Scientific American, con apoyo de multitud de científicas y científicos, incluidos 81 premios Nobel, llamaron a votar contra Trump, por considerar que dar ese poder a un negacionista anticientífico, más allá de cuestiones ideológicas, era un peligro para la población, la seguridad de la nación y del resto del mundo. 

Hoy tenemos la misma situación en España, y consideramos que es absolutamente necesario, dado lo excepcional del momento, alertar a la sociedad de la grave amenaza que supondría la entrada en el gobierno del país de formaciones negacionistas. Por eso nos comprometemos con nuestro deber de desobediencia civil no violenta.

Necesitamos más democracia y acabar con el negacionismo. No nos queda tiempo.

Contra el negacionismo y todo lo que, sin decirlo, paraliza la acción climática, necesitamos más democracia. La comunidad científica apuesta por implementar fórmulas de democracia participativa y los propios informes de la ONU sobre la crisis climática proponen mecanismos participativos en que la sociedad informada es capaz de tomar las decisiones, pensadas para el bien común.

En España se ha celebrado en 2022 la primera Asamblea Ciudadana por el Clima de su historia, formada por 100 personas, escogidas aleatoriamente como muestra representativa de toda la sociedad. Asesoradas por científicas y científicos, escuchando a todas las partes interesadas y libres de la influencia directa de lobbies y grupos de presión, debatieron durante semanas para llegar a 172 medidas apoyadas por una amplia mayoría.

Sin embargo, las conclusiones de la asamblea son papel mojado. A diferencia de otros países como Francia, no ha habido ningún seguimiento por parte del Gobierno, ni tampoco cobertura mediática. Necesitamos asambleas ciudadanas cuyas conclusiones sean vinculantes y se lleven a cabo de forma inmediata.

Un Pacto de Estado Ecológico

Por ello, 18 organizaciones científicas, sindicales y ecologistas, nos hemos unido por primera vez en la plataforma «Democracia por el Clima», para pedir un Pacto de Estado Ecológico en el que todas las fuerzas políticas se unan para defender las resoluciones de la Asamblea Ciudadana, y así blindarlas frente a vaivenes partidistas y al negacionismo climático.

La carrera hacia el infierno climático se puede parar, la pararemos de manera colectiva y democrática, dando a las recomendaciones de la ciencia una importancia central en la acción climática y dando la voz al 84% de la población española que declara que la crisis climática es la mayor amenaza sobre su vida, y que el gobierno no está actuando para detenerla.